domingo, 1 de agosto de 2010

La escala por la cual asciende el candidato está formada por peldaños de sufrimiento y de dolor: éstos únicamente pueden ser acallados por la voz de la virtud. ¡Ay de ti, discípulo, si queda un solo vicio que no hayas dejado atrás! Porque entonces la escala cederá bajo tus plantas y te precipitará: su base descansa en el profundo cenegal de tus pecados y defectos, y antes que puedas aventurarte a cruzar este ancho abismo de materia, tienes que lavar tus pies en las aguas de la Renunciación. Sé precavido, no sea que pongas un pie todavía manchado en el peldaño inferior de la escala. ¡Ay de aquel que se atreva a ensuciar con sus pies fangosos un escalón tan solo! El cieno inmundo y pegajoso se secará, se hará tenaz, pegará sus pies en aquel sitio, y como el pájaro cogido en la liga del cazador astuto, quedará imposibilitado para un nuevo progreso.

No hay comentarios.: