Es
nuestra motivación, nuestra concentración, nuestra atención cuidadosa, lo que
es importante; podemos transmutar cualquier cosa que hagamos, transformando el
polvo en oro. Cuando aceptamos todos los aspectos de la vida, encontramos que
podemos aprender de cada situación, Viene la fortaleza y el estímulo y la
confianza la siguen.
Cuando la confianza y la devoción son combinadas con una toma de consciencia de
la responsabilidad que tenemos para los otros, nos conducen a la verdadera
compasión por todos los seres vivientes, y, por lo tanto, a la iluminación. La
devoción y la compasión se complementan la una a la otra y sostienen nuestra
práctica. Cuando nuestra compasión es lo suficientemente fuerte, ella inspira nuestra
devoción; y cuando tenemos ambas, devoción y compasión, hay una amorosa
apertura a toda la vida sentiente en equilibrio y armonía.
Es muy simple. La devoción y la compasión pueden llevarnos muy próximos a la
absoluta realidad. La devoción abre el corazón, donde reside nuestra energía
esencial, o sea, nuestro estado de alerta, el que se manifiesta como nuestro
guía interior. La devoción significa someterse a esta energía más elevada. La
sumisión requiere apertura, permitir al Dharma alcanzar nuestros corazones. La
compasión proporciona la puerta. Una vez que nos abrimos, todos los conceptos
dualistas se disuelven como si fueran nubes. Aceptamos cada parte de nuestra
experiencia porque cada cosa es vista como apropiada y armoniosa. Podemos tener
todavía que vencer muchos obstáculos, pero aprendemos a aceptar nuestros
defectos con gentileza. Una vez que aprendemos a abrirnos a través del Dharma,
encontramos que él es nuestro valioso y confiable guía, nuestro siempre
presente amigo y compañero. Al abrirnos, reconocemos las enseñanzas de Buda en
toda nuestra experiencia.
Cuando el Dharma entra en nuestras mentes, nuestros corazones y nuestros
sentimientos, y fluye a través de nuestro torrente sanguíneo, somos el Dharma
viviente. No hay paredes entre nosotros y el Dharma. Esto es la sumisión a
nuestra verdadera naturaleza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario