miércoles, 4 de agosto de 2010

La Semilla de Iluminación:

La iluminación es la naturaleza de toda experiencia, lo que significa que ella está disponible para nosotros en todo momento. El Yo-imagen, sin embargo, nos separa de ello, y así la mayor parte de nosotros tiene bien poca convicción de que pueda haber algo más en esta vida que no sea la experiencia ordinaria. Cuando tenemos estas dudas, ni aun tratamos de trascender las limitaciones que nuestro ego nos impone. Pero cuando vemos que puede haber alguna verdad en las creencias espirituales, nos ubicamos en un camino que nos lleva más allá de nuestras limitaciones a estados progresivamente más altos de autoconsciencia. Llegamos a estar más y más despiertos a nuestra propia naturaleza, hasta que finalmente no hay entre nosotros y la experiencia de la iluminación nada que la impida.

En lo que usualmente llamamos enseñanza, aprender es un asunto de infiltrar palabras y significados a través de nuestro entendimiento conceptual. Pero en las enseñanzas del camino - porque cada palabra es una puerta a la iluminación - necesitamos comprender los significados internos por experiencia directa. Cuando nuestros corazones y mentes se abren a estos significados más profundos, un maestro puede ayudarnos entonces a trascender las limitaciones que nuestra mente conceptual establece en nuestra comprensión.

Ambos, el conocimiento intelectual y experiencial crecen y se profundizan juntos. Por ello, cada paso en la transmisión: las enseñanzas, los textos, y el proceso de aprendizaje, deben ser conducidos con el mayor cuidado, o si no, el camino directo a la iluminación será oscurecido. Impacientes por nuestro progreso, podemos sentir que “mientras más aprendemos” mejor será. Pero yendo de maestro en maestro sólo diluimos nuestro conocimiento en vez de profundizarlo. Por lo tanto, necesitamos seleccionar cuidadosamente un guía iluminado y luego seguirlo hasta que nuestra comprensión llegue a ser profunda y clara.


¿Cómo podemos estar seguros que nuestro maestro será capaz de guiarnos a esta realización? Con nuestra inteligencia y nuestra intuición como guías, somos naturalmente atraídos a un maestro que ha perfeccionado aquellas cualidades que deseamos desarrollar en nosotros. Un maestro vive el significado interno de las enseñanzas, y así nosotros vemos en él nuestra naturaleza interna. Entonces, a través de su compasión iluminada, él nos ayuda a desarrollar nuestras propias cualidades de compasión, integridad y confianza interior.

Cuando el maestro es compasivo y abierto, el camino se despliega naturalmente, y nuestras vidas adquieren una cualidad quieta y apacible. Gradualmente llegamos a ser más conscientes de nuestra naturaleza interna, y construimos una profunda autocomprensión y una fortaleza interna.

Pero las enseñanzas no siempre vienen en forma que sean gratas para nuestro ego. Un maestro compasivo, para revelarnos nuestra naturaleza interior y hacernos conscientes de ella, también saca a la superficie aquellas cualidades que no nos gusta admitir en nosotros. Podemos liberarnos de ellas una vez que las veamos, pero estas cualidades pueden ser tales que nuestro ego no quiera dejarlas ir. Y nuestros egos, cuando se sienten amenazados, pueden causarnos dudas acerca de las enseñanzas del maestro; el ego puede aun inducirnos a creer que si no nos gusta una cierta enseñanza, ella debe ciertamente ser errónea. A este punto podemos sentirnos impelidos a romper con el maestro en lugar de hacerlo con el ego.

Pero romper con el maestro es romper con nuestra confianza en nosotros mismos. Con este picotear y escoger, aceptar y rechazar, socavamos nuestra propia evolución y fortalecemos sólo nuestras limitaciones. De esta manera no sólo originamos confusión, sino también un profundo resentimiento de culpa y fracaso que hace extremadamente difícil los futuros progresos en el camino.

Por lo tanto, la confianza en el maestro y en lo que él representa se necesitan desde el comienzo. Para que la línea de transmisión continúe ininterrumpida, debe haber mutua confianza, apertura, honestidad, e integridad como base en el camino.

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