El Ideal de la Iluminación Humana
Cuando un budista piensa en el Dharma, o lo que en Occidente se conoce como budismo, generalmente, lo primero que le viene a la mente es la figura del "Buda", es decir "el Iluminado". Resulta interesante que aún los que no son budistas se imaginan la figura del Buda, al pensar en el budismo. Puede que no sepamos nada de las enseñanzas budistas, pero al menos habremos visto una estatua o una imagen del Buda. Quizás esta estatua o imagen ya nos sea bastante familiar, y tal vez hasta experimentamos cierta emoción al contemplarla. Entonces nos preguntamos, ¿qué es lo que representa esta imagen o figura? Nos muestra un hombre en la plenitud de su vida, bien formado, bien parecido, sentado en la posición de flor de loto, debajo de un árbol, con sus ojos cerrados y una suave sonrisa en los labios. La figura nos deja la impresión de solidez, estabilidad y fortaleza, y al mismo tiempo muestra una calma absoluta. Sin embargo, lo más encantador de toda la figura es su cara. Esta refleja algo muy difícil de expresar con palabras. Al detenernos a observar la faz de esta figura, concentrando en ella toda nuestra atención, notamos que parece tener vida, parece estar iluminada, y en su luz se refleja una compasión y sabiduría infinitas, así como una felicidad inefable. Esta es, pues, la estatua o imagen del "Buda", "el Iluminado". Por lo general las estatuas o imágenes del Buda, representan a Sidarta Gautama, el Buda histórico fundador del budismo. Aquel gran maestro hindú que vivió alrededor de los años 500 antes de Cristo. Sin embargo, la figura o imagen del Buda tiene además un significado más profundo, más amplio y más simbólico: representa el Ideal de la Iluminación Humana.
La Iluminación Humana es el objetivo principal del budismo, de hecho su preocupación central; es el aspecto más básico y fundamental, tanto en la teoría como en la práctica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario