miércoles, 14 de abril de 2010

Mettha.

Cuando me acerque a alguien, en el fondo de mi corazón me consideraré el más bajo de todos y al otro el más alto... Cuando vea a seres de naturaleza malvada, oprimidos por el pecado de la violencia y por la aflicción, los consideraré tan raros como un precioso tesoro... Cuando otros, por envidia, me traten mal, abusen de mí, me difamen o me causen daños similares, aceptaré la derrota y a ellos ofreceré la victoria... Aquel que tras haberle otorgado yo toda mi confianza me cause un grave daño, será mi supremo maestro. En suma, que pueda yo dispensar beneficio y felicidad, bondad y compasión directa e indirectamente a todos los seres, que pueda asumir en secreto el daño y el sufrimiento de todos los seres...

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